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Comenzaremos por pelar la cebolla y picarla muy finamente. Haremos lo mismo con el ajo.
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Luego, prepararemos las otras verduras. En el caso de los champiñones, los lavaremos muy bien y los picaremos en rebanadas o en cubitos (al gusto). En el caso del pimiento, lo lavaremos, le quitaremos el resto de rama, lo abriremos para sacar las semillas y retirar la vena, y los cortaremos en cuadritos.
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Lavaremos los tomates, el calabacín y las hojas de espinacas. Cortaremos los primeros en cuartos, y el segundo el cubitos.
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Ahora conseguiremos una sartén en el cual cocinar la cebolla y el ajo. Para esto, calentaremos un chorro de aceite, y una vez caliente, pocharemos ambos ingredientes durante cinco minutos.
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Después de este tiempo, incorporar a la cocción el pimiento y los champiñones, por cinco minutos.
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Incorpora los trozos de tomates, calabacín y espinacas. Salpimenta al gusto, añade una cucharadita de orégano en polvo y riega con un chorro de vino blanco. Mezcla de nuevo y deja que los ingredientes se cocinen durante un par de minutos más, para que se evapore el alcohol.
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Pasado este tiempo, agregaremos el caldo de verduras y dejaremos que se caliente. Acto seguido, añadiremos la pasta.
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Dejaremos que entonces la pasta se cocine con los vegetales, como si se tratara de pasta sola. Normalmente, debe estar lista entre 11 y 12 minutos. Al final de ese tiempo, todo o casi todo el líquido debe haberse evaporado, pero si por alguna razón ves que la pasta se deshidrata antes de estar cocida, puedes agregar un poco de agua, para terminar la cocción. Si por el contrario, al terminar la cocción todavía tienes mucho líquido, puedes aumentar el fuego para hacer que se evapore rápidamente, o simplemente, dejar un poco de líquido con la pasta (que también sabe muy bien).
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Sirve la pasta con vegetales acompañada de abundante queso parmesano rallado, de preferencia en platos hondos individuales.